POEMA Z56

Y es solo un cosmonauta

de timbre y pensamiento

VERSO ROJO 

atrapado en los agujeros de una infancia

La remota ficción gira en mis manos
Tañendo las distancias, finos filos
saltando el trasluz de la inocencia

Fragua el tiempo sus espacios malditos

Su puerta iluminando la oscuridad,
las oscuridades de un yo infinito...

Entre el caos y la esencia habita el innombrable
¡Podemos traspasar el séptimo dia y sus vientos!

Un tránsito sin esperas
Un danubio de violines remando

La música del cosmonauta
viaja con la velocidad de las luces
Desde Orión a las mariposas
Vibrantes nebulosas de centauro, ojos de negras estrellas
crepitando entre emulsiones del dolor

¿Muerto?...¿ o vive en las noches?

Solo es verso rojo sin poesía
Rima ausente entre las verdes hojas del big bang
Cosmonauta hendido sobre la rugosidad de mis olivos

 

CADENCIAS

Aquellos mis fantasmas

De espirales consecuencias
Donde se abren
Y donde se muestran
Con sus brillos a la madera
Donde se percibe la silueta del enjambre
Momentos sin nombre
Con el estruendo de los sentidos divagando entre utopías
¿Quién no escuchó sus acordes en la canción de una góndola?
He elegido música
Siempre al oeste
Cubriéndome de su noche

VERSO ROJO 

MEDUSAS

El dulce despertar de las aguas 

entre la suerte y el demonio...

preámbulo de música ciega 

Sus figuras de calavera ilustrarán mi pecho,

Reinas de cascabeles moribundos

Llegué hasta el final del tiempo, 

hasta los crepúsculos de sus inapreciables átomos
La noche que duende camina entre los filos de su oscuridad, 

y el amanecer es dueña carta arrumbada en su belleza

La flor marchita de octubre ha caído 

entre la mísera calma de mis dedos, 

su alejado aroma me mostró jardines que no destruyen
¡Tanto humus salpicando nuestro horizonte!

con sus lisos torrentes de la desmemoria

Desde un poeta muerto,

de extinguida civilización, solo se regresa al infinito
Entre finas alas de mosquito

VERSO ROJO