que duerme conmigo erguido
que deforma mis siluetas
con su sonido avieso, su silbido estrangulador...
¿Quién soñaría conmigo?
Salvo el viento,
que cruza mis oscuros momentos en su frío párpado,
delineando mis figuras finales...
¿Quién amaría mis salvajes palabras?
Esperando entre su volteante curva se fijan mis huellas
Nadie me respira, escondido entre su maraña...
salvo el viento
que busca en mi nombre escrito los suburbios del tiempo