HOMBRES

Me parezco al hombre que ayer fui 

Extraviada broca, árida llave que se abraza a la intemperie

Miseria de óxido que se dibuja entre grises

Ayer fue día y hoy canta la mañana

Un recuerdo atado a la memoria, marchitada desolación

El tiempo astilla el sendero

y en la madera que se se rompe emerge el rudo mar imaginado

Me mirarás, aún parezco ese hombre que fui ayer, el frío corrompiendo mis manos

Otra vida

La que anuncia la muerte de una luz, desbocada con su presencia

VERSO ROJO

ELLAS

 Ellas son las montañas que yo amo

Áridas pendientes que hablan con la desnudez, escarpados que abren y rompen las mañanas

con riscos que hacen sangrar al cielo con sus roces, arcos de nueve flechas

Ellas son el sudor que emana de la profundidad, el fondo castigado por el infinito

VERSO ROJO

FRONTERA

Te quedaste el silencio 

amándome entre su niebla

Turbulencias al trasluz de las miradas

Cuerpos que desbordan y asoman su misterio

¿Soy niebla o resurrección?

VERSO ROJO

DESAPARECER

Eternidad vestida de mujer
en olas chocando contra sus arrecifes

Duermen tus besos en la oscuridad del poniente
Entre sonidos que rivalizan con los labios sangrantes del deseo

en la velocidad de las estrellas

de la vereda entre surcos

Y así desaparecer

VERSO ROJO

DIÁLOGOS DE LA OSCURIDAD

La Niña:

Escucha, pulcro demonio, lo que se escurre tras mi cuerpo. Todo lo hago por mí, una desolada niña con una desolada visión.
Discurro sobre esta desplomada y lisa alfombra bajo mis pies, la que me desliza entre realidades
Mis acólitas manchas, las hago tuyas, resaltan mi piel dormida, rampando en mi alma ¡Dios! ¡Son un mar en mi extravío! ¿Acaso eres deformidad en todas mis máculas? Donde ellas habitan, yo surjo. Las miro, mi más allá no está en la muerte, se sienta frente a mí, entre parálisis.
No te desprecio en el tiempo por tus páginas vacías, perdidas y oscurecidas entre mi hojarasca rebelde, rasgándose con mis pasos, escondido vergel entre gotas de impaciencia, entre dos mentiras, escúchalas, allí hay más luz que miseria, más viento que tristeza.
Te siento, tu incipiente sonido me roza, descalabrándome en el frío hueco de tu abismo, dulces palabras, un nido y sensaciones. Nada abre las puertas al imperfecto título de mi muerte, que tú me difuminas. Coexiste con mi tentación. Nadie parece verme ¿acaso he existido?
Dios duerme en las aceras como un vagabundo, y yo agarrada a la mano de su historia, en el brizno de su amor. Me escondo, el miedo es la forma de mi cuerpo en esta vida, siquiera el olvido lo reconoce .
Y tú cruzas por ella como si cruzaras un perverso paisaje. 

Aquí, sobre esta tierra en la que permuto a diario, donde yo descanso, algo me asustó, me vence una luna detrás de otra, todas ellas me han vencido...

Demonio:

Poseo la llave extensa y en mis manos tu dolor.
Mi tiempo termina en tus labios, una comisura que se cierra en tu jardín, de una sonrisa apenas sostenida por la calma, no existen tus ojos en ningún lugar.
Mi atemporal rostro, bendito veneno, el que inunda tu inocencia, de ardiente y dulce mal.
Reaparezco entre las lágrimas de tus fantasmas visitando tu maldita noche.
Te convierten en una pintora de oleajes en el vacío, una poetisa de las nubes olvidadizas. Con hambre de oscura eternidad. Impregno de sonrisas el ataúd desmemoriado, con tu muerte segura.
Espera la visita de mi incardinado barco, hundiendo sus golpes de remo sobre tus calles ¿adivinas su ruta? Ese es mi juego hacia tu mirada ¡vénceme!
El mismo día en el que me diste amor, el mismo día en el que murió tu alma.
Amando los días de guerra, abrazando los lugares más alejados del vacío. Es ese cobijo que doy y al que llaman infierno ¡Estúpida libertad!
Rechaza las miserias que viven con tu despechado destino, pequeño y denigrado, rasgando oscuras vestimentas que tapan a la dama y a la muerte.
Es volver del infinito hasta la tierra hostil ¡oh niña ingenua! Te refugiarás bajo mis palabras, como adornos que decoran mi sombría figura, hojas caídas que tapan nuestro otoño, solo mis sombras. 
Juntos nos refugiaremos bajo los estallidos de mi averno.


don dumas

ESDRÚJULA

Sobre mi rostro bufón traveseas con más espinas que rosadas caricias

Perdóname cuando repliegue mis rodillas de tu suelo, 

ya encostradas, ya amputadas; las haré mi frente y mis brazos
¡Crezco sobre los años que piso! Hierba que nunca moverá el viento
Observa radiantes las nébulas que se enfrentan al cielo
Sus sombras cargadas de mis mártires

VERSO ROJO

“Vivo en la poesía que siento, sobrevivo con la poesía que pienso”
don dumas

IO

Dos letras me amaron, ahora que el viento frena
Mi único día resiste a su invierno
Eres tú, guerra inventada, apagada en el firmamento
La quinta noche que juegas conmigo, entre mis dedos y sus sueños 

Descartado mi suicidio
Ahora que el viento calla, yo hablo con su voz

Su aliento me pertenece

 VERSO ROJO

ATEICOS

Una triste forma de aires descosidos

olimpo de amorfos dioses  

especulando con mi naturaleza

A vuestras hambrientas bocas infamo

A La seducción en mi tierra comida

De alargadas manos es vuestra tentación 

un solsticio apagado, 

alejada deidad de dos ojos 

Escondidos entre humanos

Atolondrados, mis enternecidos becerros, 

me ancláis a vuestro peso
Un énfasis rugoso, voz hermética,  
del inolvidable temblor

Inciertos días secan entre sucios labios,

incestos entre brocas y espirales  
cuitas del manso rincón de mi acantilado

Sonáis huecos en un golpeo al aire

Y me aterra ser esclavo vuestro 

diluida la inspiración bajo un sol atormentado 

Me aterra vuestra inmunda materia 

incrustada en mi huidiza alma

VERSO ROJO

"la tierra me abraza y el espectro me llama"

Marisa Bejar

ESENCIA

Yo soy, entre la noche y su muerte

Ella cerró con suavidad mis ojos

y allí surgió 

un trébol de incidental tentación

Su brevedad demostró mi esencia

 VERSO ROJO

ADRENALINA

Soy un viento desapegado al camino

Apenas surcos son mis desfallecidas pisadas

Así se recrea el amanecer

Oleaje de la eterna sencillez 

Que a las malditas sombras arrastra

Ya no existes

Ni en el vuelo de una fingida paloma

 VERSO ROJO

 

RINCONES

Espérame,

no me dejes solo ante los sonidos de la noche, 

sus nubes, misteriosas, aletean entre los rincones de mi alma, 

vacío que anuncia el tremendo sueño oscuro

Espera a que tu voz diluya mi ceguera con cantos rebeldes y absurdos de otras vidas, 

de perfectos monstruos que habitan en mi jaula

Espérame, juntos visitaremos los lagos ansiosos de la otra orilla, 

exhalaremos su espectral bruma asidos al invierno de unos enamorados. 

El frío nos hará vernos más brillantes
Recrearemos friáticos reinos de olvido, entre livianos soplos de versos en mis oídos

El leve sonido de su fugacidad hasta aquí se escucha, en esta alejada eternidad, 

con esta locura sorda
Hoy baila solitario, Marte se arroja ante nosotros esperando el sueño, 

deseando ser nuestro misterio ¡cuántas alegorías descansan libres en mi dolorido regazo!

Yo, que me consumo en el oscuro páramo de la poesía
En sus rincones, donde flota tan bella y oscura
O simplemente despiertan, perfectos, mis monstruos

 VERSO ROJO

...EN LA BALAUSTRADA

 

Me adivina sin saberme, el tiempo me busca, la adorada mañana triste
Entre su viciosa arena despierto, sus calles lisas
Ningún reloj tambalea las estrellas, estática mujer ofreciéndome vida, en su mirada
Esa mortecina viajera besándome, danzarina en los peldaños de la música
Entregada a mi cara máscaras de olivo, sus siete días de Octubre
Vidrioso venus, tu olor de vid hará dulce mi sangre 
estribándome tus marcas
con la arcilla que moldea mis cabellos,  en  claveles esparcidos
Blanco el día, al rugir del sol, me desdobla invisible
en sus rayos atónitos al robo de su luz
Y la dama encarnada sobre mi voz enmudecida, un castigo es su ausencia
Me siento su historia dormida a los extravíos, a los algoritmos
escondido en el crujir de mil años luz deseando mi vida
A un extraño vuelo peregrino mi huida
supurando anuncios que me llegan.....
Una flor emana en el desierto, es el aire que la ha abierto

don dumas SCDT VERSO ROJO

CREACION

Todos mis fantasmas se llaman Baudelaire

Arrastrados entre los oleajes del contubernio

¡Un vestido que cubra a su tiempo en la desgracia! 

¡Que tape con tatuaje atroz a mi infiel herida! 

Asomados contorneos en cuerpos de barro, las figuras ya nacen muertas, 

en los ojos arden, me queman 
Son espejos rasgando mis amados Saturnos
Cristalizan el polvo y el aire
¡Y qué más puedo ser! Aquí, en esta tierra de viento, ya nadie me mira
La poesía me rompe los eslabones de la razón,
su oleaje anda de puntillas sobre extensas mareas

Ahora me ahoga su espuma con adorada equidistancia
Descansando mis días bajo las sombras de los niños, 

sus latencias oscuras desmiembran claraboyas del océano, 

en micronésimas partículas de vida, 

matriz recreada en novenas, bajo la tintura dispersa de mi niebla

VERSO ROJO

 

LUJURIAS

Déjame sentir tus labios durmientes en mis labios

Quisiera ser tu único amante, romperme en tu piel 

¡Que no sepan decir tus ojos la verdad!

Tan solo mentiras sobre mi cuerpo 

Tú me descubres, escondido, 

en el sinuoso dormitorio de todas las muertes

VERSO ROJO

SINFONICA

Se han agarrado sueños, con lañas de ergotismo y fuego, flota un azul, 

calumnias voraces en mis pulmones ¡hay sueños mirándome! 

me sujetan al intrincado recorrido de la sin respiración, 

estrellas escondidas tras una exhausta luz, una brida de la oscuridad

Duermo sin un cuerpo, duermo sin respirar, sujeto por brazos sin rostros, 

que me adoran como al verdugo crucificado

Nunca despierto, el oxígeno salpica heridas, duermo mientras corren cebras sobre Marte, 

la superficie que todo lo siente, mi consciencia navega en riesgo de óxido con su rojo brillo

Al fondo, del interminable fondo, caminan las extintas ánimas, ya sin ningún vuelo
Miedo y terror, las únicas flores habitando universos, alienígenas de mis pávidas mesetas,

seres de cuerpos fluorescentes, de bella asfixia, muerden, me muerden con sus ojos punzantes 

clavándose en mi sigilo, soy una espina más, en una paz de alargadas larvas trombosadas

Me imagino abarcando sus universos, recreándome con su metálica sinfonía

Una estirpe de mansas notas recorre con su manto sonoro mi cara

Estelas de aurora, entre ariscas estrellas, persiguiendo mi viaje

Y tras su velo, nada suena

Y tras su velo, nada

¿Tras su velo?

VERSO ROJO

ALEACION

La próxima luna será de escombros, metal y distancia  La próxima luna vestirá sus negras mareas, en profundas noches, con brillos de astronave Será metálica bajo mi ciudad hambrienta Aleación de una gravedad que hasta allí me arrastra Radiante fotón de aire escondido

VERSO ROJO

CRECIENCIAS

He perdido mis brazos agarrándome al peligro del frágil cabello
Enredado, tapaba su debilidad con sus ramas de cemento, ensortijando la faz de una loca sirena
Aún amanso la dureza de mis creencias perdidas con la fragilidad de mis ensoñadas manos
Llegasteis a temer hasta el frío de mi tacto, escondiéndoos en las nervaduras del olvido
Sin el peligro de perderos en mi laberinto, restregando en mi muerte vuestra huida

Huíais con los sorbos del cansancio, prestados a una nube dispersa que evaporaba el miedo 
Negras dibujabais mis flores con los marchitados golpes de vuestra boca
Y negras amanecían las estatuas de mis blancas calaveras
No son muros lo que me para, allí, en la impalpable travesía, acaso un aire tenaz escabulléndose entre las entrañas de mi futuro mausoleo, son vuestros días insensatos, ausentes de las horas en busca del temblor que los amamante 

Son ciertos los sonidos que escucho, abocados a mi transparencia, sin retorno a la realidad

Era cierto todo aquello que creía, sin un hueco de traición viajando ahora conmigo

VERSO ROJO
 

ATMOSFERAS

He sido predestinado a recoger la lluvia

Sus escurridizos pensamientos de agua

reclamándome en los aureales

Y en un repentino cansancio, bajo una desolación

abre el desierto sus puertas de grises pomos

Resucito en las acciones muertas

Del hoy, en su camino febril

Me enfrío entre los hijos de la media noche anidando la tempestad de los sueños rotundos de la magia que no cesa en los ojos bellos de un centauro enclaustrado en la novena declinación de mi utopía ensimismado por el color que todo lo percibe a los hilos de una puerta entreabierta únicamente para mi extraño y amado espacio alejado a la turbulencia del bochornoso espíritu aterrador que no me ama

No se movían las ramas

Paralizadas de luz

La lluvia las extrañaba

Solo yo y el cordero negro

El cordero negro y solo yo

movíamos su sequedad

Baldeando pasos de amo y mugre

VERSO ROJO

ULTRAVIOLETA

Me observaba su figura ceñida

entre ropajes de funeral

agrietados por el nudo y el fracaso

despedazados en el hermético caos

acompañada de aves revoloteando en el tiempo

Acosadores jirones desnudaban un cuerpo esculpido de vida

tan pulcros rasgos de sol eran presencia en sus branquias de ángel

Aún se escabulle entre mi dios de alcoba

remojando su tez entre los claros humedales del mal,

buscando el musgo y la sed maldita de un riachuelo hundido

Visiono tu forma de luz 

dueña de un seco tronco que duerme

sin horizonte que la acune, danzarina y esclava,

al vuelo de mi pensamiento embrocado

por el oscuro viento despertando al aire, antes abatido,

desdeñado por bellas olas,

derrotándose contra el cansancio de mi atardecer

En mi rostro su universo acariciándome

Su inspiradora alegoría exhalo, como el profundo cantar en una sima

Mi cielo negro embaucando estrellas

Y yo prisionero

de esta vida 

donde odio tanto

VERSO ROJO

TIERRAS

¿Por qué del colapso asoman dunas 

que avanzan al desierto mi nombre,
entre todas tus sombras?

No existe mi rostro ante tu cruel espejo,
solo calma,
de los pasos abandonando el impalpable brillo,
en la quietud misteriosa
La apoteosis duerme
De mi piel arrancada

¿Quién sabe si se resquebrajaría el mañana
con mi solo pensamiento?
Prefiero ser astronauta a pisar la escombrera
dañina y dispersa
bajo el sol de mediodía
Su veneno duele
alejada la estrella
de sus rutilantes tierras

Aplaco mi vértigo, de escalofríos, en termas del mal,

tan pegajosos a la oscuridad, ávidos al sonido de hélices,  circundándome
Yo bebo en la copa de ángeles caídos

Faltar una palabra en su libro
me abocó a ser espíritu
muriendo con su ausencia
mi analogía
¡Pensad! ¡Pensadme! bajo la llovizna del tempo

VERSO ROJO

CUANTICO

En el escondido suspiro de Selenia, su claroscuro permanece 

Vertiendo los hilos de sangre que atraviesan mi otra vida
En bullicioso nido de hormigas, reo de succubus

en la crisálida empapada de verbos

Duermo bajo el desasosiego que las cumbres arrojan al vacío
Plagiando el martillo golpeador de un espíritu
Allí, en la ausencia, soy, enmudecido ante el misterio negro que envuelve la esfera

Brilla el mar de esporas cubriendo el húmedo espejo
Un teatro surgido tras su lluvia, reflejo de intramundos,
hace el viento, remando hacia el ruido del ocaso
En cada uno de sus sonidos se advierte un regreso en mi baile

Mi bella sonrisa espera abrazada a la muerte

VERSO ROJO

PANDEMONIUM

En las sombras, 

advenedizas diversiones se voltean a nuestro paso

Ante ellas, quietas las noches al son de la mentira
¡Creed en ella antes que al miedo!

                               

En las sombras, 

la mansa ciudad disimulando sus feromonas entre ídolos

VERSO ROJO

CONOS

Me tocaste con los dedos del infierno
Pero te he olvidado
Castigándome con la  niebla en mis ojos, eres blasfemia, ¡acomódate en mis pecados cual lujuria sobre mi débil techo!

He olvidado los avisos del mal, regreso desnudo a tu acecho, alejado de tus tentaciones

Me olvidó una desfigurada presencia, muda sensatez, calmo la extinta asepsia con guantes de muerto

Y me encuentro lejos, bajo los siglos, en la profundidad de una respiración agotada
Un duelo emanado del sigilo

Los  triángulos han roto las aguas y persiguen la vida equivocada, sus conos tapan mi vida
He olvidado mi largo nombre escondido en un último beso, el vacío  que lo asistía

VERSO ROJO

PIEL DORMIDA

Cerré mis párpados como un muerto

Encerrando la noche en mis ojos

Sentía mis pasos imponentes, en su aislado eco, bajo una lluvia oscura de placer

Hallándome durmiente entre sus negros sonidos

La muerte me acariciaba sin respirarme, sin despertarme

Palpando en mi vientre duendes de mi infancia

Me hablaron sus oscuras noches de los secretos de un moribundo

VERSO ROJO

AGUJERO DE GUSANO

Es cualquier momento, donde nace el clamoroso baile de la inoportunidad.

Tremenda, con sus dientes clavados al reloj de la ignorancia ¡Qué ignominia domina el macabro mundo del deseo con sus escuálidos escrúpulos de sombras hechas sobre venas habitando el averno de mi habitación! Es toda vuestra, habitad mi mundo de caracoles. Soy un manso cordero a las puertas del infierno de tus ojos, tan negros y aduladores como la lluvia de Orión. Abridme la puerta en esta hora maldita, creada para el crimen de mi falsa realidad, brotando con ella sarpullidos de sangre en forma de palabra. Arrastrada y liberada en el interior de mi agujero de gusano. Adorando las formas del licántropo, furia que se aposenta en mi instinto.

VERSO ROJO

PREAMBULOS SOBRE DIOS

Vaga en mis pensamientos la mujer oscura
Y soy por ella su oscuro hombre
Dios, entre sus últimas palabras

Una imagen escondida clamando a las células de Xristo
de amor árido
sarpullente diatriba
agarrada a mi abrupta profecía
antaño divina

Una pequeña libélula fingida, atrapada en mi divagación
despierta en un charco de negro resplandor
amarillas, unas alas al viento del anuncio
cubriendo con lágrimas perfectas al sonido avaro

Nadie escapa entre mis vendas de ciego, atrapado,
el tacto crea un momento de oscuro pensamiento
reptando la oruga, en el verde hilo, del inventado infinito

VERSO ROJO

BESOS EN EL FRIO

Se mintieron sobre un deseo azul
Un tiempo de finas sombras
envolviéndolos en círculos de oscuro amor
¡Mirad! el viento describiendo versos enamorados,

descubriendo olas serenas en la cripta hundida ¡Qué locos sus aires bulliciosos!
Aquellos míseros ardían en el fuego imaginario
Besándose con sus negros labios estampando crueldad
Un sonido leve de angustia y amor
mantiene los acordes destinados de su vida
Y ellos vagan, hacia los estruendos, siervos del rumbo de negras flores
¡Hasta la presuntuosa niebla los esconde!
Viajan hasta vaporosos confines
Besos que entre la nada crearon el frío
Bérgamos de los mil días, hacen sombra a su olvido
¿Quién os manchó de carne cuando moríais?
Rezad por nosotros bajo los piélagos de la oscuridad
Besos del último suspiro

VERSO ROJO

LOS PASOS

Desafiantes nos esperan las noches
Su quietud embellece a los campos
resucitando sus muertos
Emergen, a su mirada escalofriante, anónimos pasos
Angustiando a los dóciles caminos con el temor de sus oscuros versos

Desafiantes escupen las noches a sus invisibles visitantes
Atalayas desaparecidas vistiendo almas desnudas
Alejándose de la prisión de la muerte
Bajo la negra lluvia del asedio
Translúcidas expresiones mutándose en nuestros gritos

VERSO ROJO

COSMONAUTA

El infierno con su abisal sonrisa
domina con su oscura sensación

En su estrella maldita se recrea
la sangre a la crecida del río

¿Cuántas veces se ahogaron allí las nítidas palabras?
Resucitarán, envejecidas, borboteando en la sangre de un cordero

Sarpullidos de bazofia, un Nostradamus con el disfraz del demonio
Regresan los que no creen
Regresan, con la palidez rígida del Apocalipsis

Pero yo os veo entre el asfalto y el cielo
Pensando en aquello que nadie sabe

Aterrando a un ser de ignorancia maldita
Soy el libro, penetrando en tu vientre, que subyace descompuesto en mil formas de saber

Mis brazos amputados en la orilla del infernal desenfreno
Balbuceando el destino a la serpiente, con sus vientos infinitos

VERSO ROJO