3 de octubre de 2020

CREACION


Todos mis fantasmas se llaman Baudelaire
Arrastrados entre los oleajes del contubernio
¡Un vestido que cubra a su tiempo en la desgracia! 
¡Que tape con tatuaje atroz a mi infiel herida! 
Asomados contorneos en cuerpos de barro, las figuras ya nacen muertas, 
en los ojos arden, me queman 
Son espejos rasgando mis amados Saturnos
Cristalizan el polvo y el aire
¡Y qué más puedo ser! Aquí, en esta tierra de viento, ya nadie me mira
La poesía me rompe los eslabones de la razón,
su oleaje anda de puntillas sobre extensas mareas
Ahora me ahoga su espuma con adorada equidistancia
Descansando mis días bajo las sombras de los niños, 
sus latencias oscuras desmiembran claraboyas del océano, 
en micronésimas partículas de vida, 
matriz recreada en novenas, bajo la tintura dispersa de mi niebla

VERSO ROJO

 




1 comentario:

  1. Todos los poetas viven en sus fantasmas
    Traviesos y alocados
    Tan sensuales y pervertidos, así serán sus versos
    La creación como un divino pensamiento

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