domina con su oscura sensación
En su estrella maldita se recrea
la sangre a la crecida del río
¿Cuántas veces se ahogaron allí las nítidas palabras?
Resucitarán, envejecidas, borboteando en la sangre de un cordero
Sarpullidos de bazofia, un Nostradamus con el disfraz del demonio
Regresan los que no creen
Regresan, con la palidez rígida del Apocalipsis
Pero yo os veo entre el asfalto y el cielo
Pensando en aquello que nadie sabe
Aterrando a un ser de ignorancia maldita
Soy el libro, penetrando en tu vientre, que subyace descompuesto en mil formas de saber
Mis brazos amputados en la orilla del infernal desenfreno
Balbuceando el destino a la serpiente, con sus vientos infinitos
VERSO ROJO
Soy el libro, penetrando en tu vientre, que subyace descompuesto en mil formas de saber
Mis brazos amputados en la orilla del infernal desenfreno
Balbuceando el destino a la serpiente, con sus vientos infinitos
Tu inicias mi viaje
ResponderEliminarMe recuerda a las almas que nos abandonaron durante esta pandemia.
ResponderEliminarEscribes buenísimo.
Hola eratós,
Eliminarde este viaje vienen como translúcidos paseos, van, y se paran