Cerré mis párpados como un muerto
Encerrando la noche en mis ojos
Sentía mis pasos imponentes, en su aislado eco, bajo una lluvia oscura de placer
Hallándome durmiente entre sus negros sonidos
La muerte me acariciaba sin respirarme, sin despertarme
Palpando en mi vientre duendes de mi infancia
Me hablaron sus oscuras noches de los secretos de un moribundo
VERSO ROJO
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