19 de septiembre de 2020

CRECIENCIAS


He perdido mis brazos agarrándome al peligro del frágil cabello
Enredado, tapaba su debilidad con sus ramas de cemento, ensortijando la faz de una loca sirena
Aún amanso la dureza de mis creencias perdidas con la fragilidad de mis ensoñadas manos
Llegasteis a temer hasta el frío de mi tacto, escondiéndoos en las nervaduras del olvido
Sin el peligro de perderos en mi laberinto, restregando en mi muerte vuestra huida
Huíais con los sorbos del cansancio, prestados a una nube dispersa que evaporaba el miedo 
Negras dibujabais mis flores con los marchitados golpes de vuestra boca
Y negras amanecían las estatuas de mis blancas calaveras
No son muros lo que me para, allí, en la impalpable travesía, acaso un aire tenaz escabulléndose entre las entrañas de mi futuro mausoleo, son vuestros días insensatos, ausentes de las horas en busca del temblor que los amamante 
Son ciertos los sonidos que escucho, abocados a mi transparencia, sin retorno a la realidad
Era cierto todo aquello que creía, sin un hueco de traición viajando ahora conmigo

VERSO ROJO
 



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