24 de septiembre de 2020

SINFONICA

Se han agarrado sueños, con lañas de ergotismo y fuego, flota un azul, 
calumnias voraces en mis pulmones ¡hay sueños mirándome! 
me sujetan al intrincado recorrido de la sin respiración, 
estrellas escondidas tras una exhausta luz, una brida de la oscuridad
Duermo sin un cuerpo, duermo sin respirar, sujeto por brazos sin rostros, 
que me adoran como al verdugo crucificado
Nunca despierto, el oxígeno salpica heridas, duermo mientras corren cebras sobre Marte, 
la superficie que todo lo siente, mi consciencia navega en riesgo de óxido con su rojo brillo
Al fondo, del interminable fondo, caminan las extintas ánimas, ya sin ningún vuelo
Miedo y terror, las únicas flores habitando universos, alienígenas de mis pávidas mesetas,
seres de cuerpos fluorescentes, de bella asfixia, muerden, me muerden con sus ojos punzantes 
clavándose en mi sigilo, soy una espina más, en una paz de alargadas larvas trombosadas
Me imagino abarcando sus universos, recreándome con su metálica sinfonía
Una estirpe de mansas notas recorre con su manto sonoro mi cara
Estelas de aurora, entre ariscas estrellas, persiguiendo mi viaje
Y tras su velo, nada suena
Y tras su velo, nada
¿Tras su velo?


VERSO ROJO



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